miércoles, 14 de septiembre de 2011

TRANSFERENCIA


Este es un concepto que se presta a múltiples interpretaciones en especial porque  se instaura desde el momento en que un sujeto se dirige a otro, donde se  juegan una serie de sentimientos y emociones. Todas las relaciones humanas implican una relación transferencial, así en  la relación médico-paciente, educador-educando,  padre-hijo, etc. la transferencia está presente, y además tiene un matiz en el que la manipulación del otro tiene un lugar importante. Pero esto que llamo relación transferencial y que es el fundamento de toda relación humana,  al interior del dispositivo analítico adquiere otra connotación pues implica la neutralización de toda práctica de manipulación, como lo voy a explicar a continuación.
 
El concepto de transferencia en psicoanálisis apunta no a una relación intersubjetiva entre dos: analista y analizante, sino a una relación en la que se introduce un tercer elemento que se le denomina como Sujeto-supuesto-Saber, donde este saber supuesto hace las veces de un pivote.  Saber supuesto en el Otro quiere decir que el analista no debe responder desde una posición de saber, inyectando significantes y/o significados distintos a los que el sujeto aporta en su análisis. En La dirección de la cura, Lacan advierte a los analistas que tuvieran cuidado con encarnar ese lugar que les es otorgado por  el sujeto en la transferencia; hay que dejarlo vacante porque, de lo contrario, la transferencia se degrada al plano imaginario.

El asunto es que el analista no debe, ni puede identificarse en ese lugar de saber, pues al ubicarse allí  no solo confunde su lugar con el lugar de un orientador, sacerdote, maestro, padre sino que pierde el rumbo y empantana el camino de acceso del analizante a su  inconsciente.

Esto quiere decir que el  analista tiene que estar siempre en otro lugar diferente de aquel en el que el sujeto pretende ubicarlo: el que corresponde al Otro de la demanda de amor.

GML Continuara…

No hay comentarios:

Publicar un comentario